“Hermanos, si
alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que
tú también seas tentado”. Gálatas 6:1
Resaltar lo
bueno de nuestra pareja debe ser un ejercicio que hagamos a diario; a solas, en
nuestros pensamientos, en oración, con nuestras palabras. Es sano para nosotros
mismos, nos llena de paz y esperanza, activa nuestra fe para creer que Dios
puede seguir trabajando él o ella y terminar su buena obra en nuestro
esposo(a).
Dependiendo
del estado de la relación matrimonial en cuanto a perdón y sanidad emocional,
este ejercicio de resaltar solo bueno de nuestro conyugue se nos hará más
sencillo. En el caso de que la relación este desquebrajada podría ser casi que
tortuoso y terminar ahondando más las heridas al encontrarnos con recuerdos
dolorosos.
Si ese es el estado de tu matrimonio veamos los siguientes consejos:
- ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración... (Santiago 5:13), oremos, ayunemos y desahoguémonos ante el Señor, entreguémosle todo ese dolor y frustración hacia nuestra pareja, descarguemos toda esa pesada carga en el altar de oración.
- El pacto matrimonial es superior: “Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido” (Mt 19:6 NTV), su pacto ante Dios es superior a la incompatibilidad, al mal genio, al enfriamiento del amor o falta de perdón, ninguna es causal de divorcio ante Dios. Debemos ser consientes que nuestro pacto ante Dios es mayor, así que necesitamos sobreponernos y avanzar. Dios está ahí, dispuesto y presto para ayudarnos; pero necesitamos decidirnos.
- Perdonar es una decisión: “El que perdona la ofensa cultiva el amor…” (Pr 17:9 NVI) No aplacen más su felicidad, disfruten de la vida plena que Dios quiere darles. Denle paso al perdón verdadero que nos enseña Cristo y vuelvan a empezar, pero ahora con más experiencia, con un amor más fuerte y solido porque está sobre la Roca: Cristo Jesús.
“Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis juzgados; mirad, el Juez está a las puertas”. Santiago 5:9
Resalta lo
bueno de tu pareja frente a él o ella:
Quizás
pienses que él o ella ya sabe cuánto lo(a) amas, lo importante que es para ti,
lo mucho que te gusta como cocina, lo que te enamora su sonrisa y como camina. Que
darías lo que fuera por verla cada noche con ese vestido rojo, o cuanto mueres
por verlo sonreír, lo mucho que estás de acuerdo y apoyas su meta de terminar
la universidad, en fin…
Puede que parezca obvio todo lo bueno que representa y
significa tu pareja para ti, pero no lo es y nunca lo será. Por algo dirán que
las palabras se las lleva el viento, debe ser por que las borra el tiempo o
algo así. Bueno y sobre todo si son positivas.
Las palabras ofensivas suelen
ser impermeables e inamovibles. La diferencia es abismal. Si tuviéramos que
sacar un promedio, por cada palabra dañina, tendríamos que pronunciar unas cien
palabras bonitas para tratar de cubrir la fea y que se viera un poco menos.
Esto es bien complejo, ¿no crees? Tal vez pienses: a mi pareja no le alcanzará el
resto de su vida para cubrir todo lo malo que me ha dicho… Pero, ese sería el
caso si no tuvieras a Cristo en tu corazón y su perdón, que borra todo; sin
importar lo indeleble que sea.
Resalta lo
bueno de tu pareja frente a los demás, sin o con él (ella) presente:
Para algunos
es incomodo que hables de las virtudes de tu pareja frente a ellos y por
supuesto que no debemos exagerar, sin embargo, necesitamos aprender resaltar lo
bueno de nuestra pareja frente a los demás. Evita a toda cosa hacer comentarios
negativos de tu esposo(a) frente a familiares o amigos por más confianza que
tengas, nunca lo hagas.
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